Un hombre cualquiera- Ronald Escalante

 

Un hombre cualquiera que de repente siente el deseo irresistible de asesinar. Nada en apariencia lo ha perturbado. Nada en apariencia está mal. Un día simplemente aprieta el cuello de una joven en la oscuridad de una esquina. ¿Por qué usa las manos? ¿Por qué se muerde los labios y disfruta de la tensión en su cuerpo? ¿Ve siempre el rostro de la desesperación a los ojos? Casi todos exageramos nuestras dolencias; el que muere asfixiado es sincero; le basta perder unos segundos la respiración para entrar en pánico. Casi todos aman a los asesinos, pero la gran mayoría no lo sabe. Están en las oficinas, los cuartos de baño, las salas y parques; almuerzan con nosotros y nos recomiendan películas. Los sábados hacen deporte y, si el clima lo amerita, beben hasta el amanecer. ¿Por qué aprietan los cuellos? Quizá porque ellos mismos llegan al colmo de la asfixia, soportando el peso de sus empresas fallidas, el precio de la fama y el prestigio. La tensión, ¡oh, sí, la tensión! Esta aparece en sus brazos hasta poco antes de que la víctima saque la lengua y sus extremidades se aflojen para acomodarse en el suelo. ¡Los asesinos, señores, ellos siempre aprietan en la misma medida y dosis de aquello que les aqueja!

Las Lajas, 12 de marzo de 2016

Ronald Escalante. Machala, 1981. Escritor y músico aficionado. Magíster en Literatura Infantil y Juvenil. Ha realizado además estudios de psicología clínica y derecho. Autor de “Los giles no van al cielo” (CCE-Núcleo de Loja), publica sus trabajos en medios electrónicos y revistas. Difusor permanente de la obra de jóvenes narradores y poetas lojanos y orenses. Administrador del blog literario que lleva el nombre de su primer libro.

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